jueves, 18 de noviembre de 2010

SOLUCIONES PARA LA LACTANCIA MATERNA

El dolor en los pechos es tal vez una de las experiencias más incómodas y angustiantes que pueda sentir una madre que amamanta y sus causas pueden ser muy variadas: Desde lastimaduras por una bomba o máquina extractora e incluso un reflejo de salida de la leche doloroso, hasta grietas en los pezones, congestión mamaria, conductos tapados, mastitis y abscesos que pueden dificultar la lactancia.

En la gran mayoría de los casos de dolor en el seno no se recomienda el destete pues esta medida tiende a empeorar el problema y a disparar sentimientos de angustia en la madre y el bebé.
  
Aquí encontrarás algunas soluciones:

CINCO MANERAS DE PREVENIR PEZONES AGRIETADOS CUANDO AMAMANTAR
 
1. Colocación: Los labios de tu bebé deben estar hacia afuera y abarcar con su boca la mayor parte de la areola (el área oscura alrededor del pezón).

2. Posición: Se facilita cuando la cabeza del bebé está alineada con el resto del cuerpo y volteado hacia ti “barriga con barriga”.

3. Succión: Verifica que tu bebé esté succionando y tragando rítmicamente. Si la succión no es correcta, interrúmpela las veces que sea necesario introduciendo el dedo meñique en la comisura de la boca del bebé para abrirla e intentar de nuevo.

4. No es necesario lavar los pezones ni antes ni después de amamantar. La areola tiene mecanismos lubricantes y antibacteriales, hacerlo contribuye a las grietas.

5. El uso de pezoneras puede producir congestión mamaria porque en ocasiones el bebé no logra extraer a través de ellas toda la leche necesaria.

CINCO MANERAS DE CURAR LOS PEZONES AGRIETADOS:

1. Puedes exprimir una gotita de calostro o leche madura y ponerla en los pezones para una acción cicatrizante.

2. Dejar de amamantar solo agrava el problema. Si un solo pecho tiene grietas, ofrece al bebé del menos afectado primero mientras se activa la bajada de la leche. Si tienes lastimados ambos pechos, compresas de calor y masajes previos para estimular la bajada de la leche contribuyen a que el bebé haga menos succión previa a su salida.

3. Puedes usar en el área afectada lanolina ultra purificada después de alimentar a tu bebé (no es necesario retirarla cuando el bebé vuelva al pecho).


4. Cambia el ángulo de succión variando las posiciones en que amamantas.

5. A muchas mamás les funciona dejar sus pechos descubiertos y que les caiga un poco de sol.


CINCO MANERAS DE ALIVIAR LA CONGESTIÓN MAMARIA:

Unos días después del parto con la transición del calostro a la leche madura algunas madres sienten que sus senos aumentan de tamaño, están sensibles y se ponen tirantes. Algunas experimentan fiebre y malestar. A esto se le llama congestión mamaria y se debe a la gran cantidad de sangre y linfa que llegan al seno a ayudar en la producción de la leche, así como al aumento de la misma. Otra de sus causas de da cuando han pasado algunas horas sin amamantar o cuando el bebé empieza a espaciar las tomas.

Dar pecho con mucha frecuencia desde que nace tu bebé y despertarlo si no come cada dos o tres horas durante las primeras semanas de vida previene la congestión mamaria.

1. Si el pecho está duro e inflamado tu bebé podría tener dificultades en el agarre. Aplicar calor, masajear con suavidad la zona afectada y extraerte un poco leche antes de la toma ayuda para ablandarlo. Luego de alimentarlo puedes utilizar compresas de frío para seguir el tratamiento.

2. Si te congestionas porque tu bebé es dormilón y no ha sido puesto al pecho, el contacto piel a piel, no abrigarlo demasiado, hablarle, cambiarle el pañal y cambiarlo de posición lo despiertan. Si se debe a tomas espaciadas, puedes extraer un poco de leche entre tomas mientras tu cuerpo se adapta.

3. Verifica que tu bebé esté succionando adecuadamente para que extraiga la leche eficazmente.

4. Trata de no suplementar a tu bebé con leche artificial si no es necesario, porque succionará menos del pecho y aumentará la posibilidad de congestión.

5. Suspender la ingesta de líquidos no contribuye con la disminución de la molestia. Toma líquidos en la medida de tu sed.


CINCO MANERAS DE ALIVIAR UN CONDUCTO OBSTRUIDO: 

Se obstruye un conducto cuando la leche no se desocupa como debiera y se presenta por dificultades al colocar al bebé o en la succión, intervalos largos de tiempo entre tomas, biberones, chupos, ropa apretada que presiona el pecho, horarios rígidos, bebés dormilones, secreciones de leche que tapan su salida, estrés, demasiadas actividades. Se caracteriza por un área muy sensible en el seno, un enrojecimiento o un abultamiento doloroso. Generalmente mejora después de veinticuatro horas de tratamiento.

1. Cambia la posición en que amamantas en cada toma para que salga leche de todos los conductos. Si colocas a tu bebé boca arriba para que amamante debajo de ti en cuatro patas, tus pechos quedan descolgados en una posición fácil para destapar conductos.

2. Compresas de calor, masaje en el área afectada y amamantar inmediatamente después o extraerse leche ayudan a aliviar el problema.

3. Amamanta por el pecho afectado con mucha frecuencia y por un rato suficiente 
largo.

4. Afloja tu ropa apretada y descansa al lado de tu bebé permitiendo que amamante cuando lo desee.

5. Si tienes un abultamiento en un pezón, este puede ser producido por una bolita de grasa o una perla de leche, en este caso tu médico puede retirarlo con una pequeña incisión.


CINCO MANERAS DE TRATAR LA INFECCIÓN DE UN SENO O MASTITIS:

Un conducto obstruido no tratado a tiempo puede desencadenar en una mastitis. Los síntomas son parecidos, sumados en ocasiones a una sensación de calor en la zona, fiebre y malestar general.

1. Es conveniente empezar a curar la infección lo más pronto posible. Sigue el mismo tratamiento del conducto obstruido: calor, amamantamiento muy frecuente y descanso.

2. Entre tomas puede funcionar colocar compresas de frío si sientes además congestión mamaria.

3. Consulta a tu médico si continúan los síntomas luego de 24 a 48 horas de iniciado el tratamiento. Es posible que te recete antibióticos que ojalá sean de amplio espectro compatibles con la lactancia y recuerda terminar el tratamiento.

4. Sigue amamantando! En tu leche se generan anticuerpos que protegen al bebé de las bacterias que están causando la infección además de que desaparecerá más rápido.

5. Descansa junto a tu bebé.

CINCO MANERAS DE ALIVIAR UN ABSCESO EN EL SENO:

Un absceso es diferente a una infección del pecho y surge de la acumulación de pus en una cavidad del tejido como consecuencia de una infección que no se ha curado.

1. Puede abrirse solo o requerir una incisión y drenarse.

2. Si la herida no toca la boca del bebé, no hay inconveniente en seguir amamantando.

3. Si no puedes transitoriamente dar pecho de ese lado, extraerte leche (preferiblemente manualmente) mientras sanas, evita una congestión mamaria.

4. Puedes seguir amamantando por el otro pecho.

5. El descanso te ayuda mejorar. 


Texto extraído de:
http://www.portabebesayu.blogspot.com/

martes, 9 de noviembre de 2010

¡EL CUIDADO DE TU BEBE CON DIARREA!

Las deposiciones de un bebé normal o saludable son suaves y sueltas. Los bebés tienen deposiciones frecuentes durante el primero y segundo mes. Debido a esto, puede ser difícil decir cuando el bebé tiene diarrea.

La mayoría de los bebés tiene un patrón de deposiciones que es típico para ellos y puede cambiar lentamente con el tiempo. Busque lo siguiente para ayudar a determinar si su bebé tiene diarrea:

*Un aumento súbito en la frecuencia de sus deposiciones.
*Más de una deposición por alimentación.
*Deposiciones que parecen ser más acuosas.
Si su bebé no se está alimentando bien o tiene congestión nasal o fiebre, es más probable que los cambios que usted note correspondan a diarrea.


La mayor parte de la diarrea en niños es de corta duración. Por lo regular es causada por un virus y desaparece por sí sola. Otras causas de diarrea abarcan:

*Un cambio en la dieta del bebé o de la madre lactante.
*Uso de antibióticos por parte del bebé o de la madre lactante.
*Enfermedades raras como la fibrosis quística.
Los bebés y los niños pequeños (menores de 3 años) se pueden deshidratar rápidamente, de manera que se le debe vigilar con mucho cuidado. La deshidratación significa que el cuerpo no tiene agua o líquidos suficientes.

Señales de deshidratación leve:

*Resequedad en los ojos y llanto con pocas lágrimas o ausencia de éstas.
*Menos pañales mojados de lo usual.
*Bebé menos activo de lo usual o irritable.
*Boca ligeramente reseca.
Señales de deshidratación moderada:

*Piel reseca y sin elasticidad.
*Pereza o letargo.
*Ojos de apariencia hundida.
Señales de deshidratación severa:

*Ausencia de gasto urinario durante 8 horas.
*Cuando se pinza la piel entre los dedos, ésta no logra regresar rápido a su forma original.
*Fontanela (punto blando en la parte superior de la cabeza) hundida en bebés.
*Mucho letargo y posiblemente pérdida del conocimiento.
CUIDADOS EN EL HOGAR

Verifique que el niño reciba bastante líquido.

Si usted está amamantando:
El médico probablemente le recomendará que continúe haciéndolo. La alimentación con leche materna ayuda a prevenir la diarrea y también acelera la recuperación, pues esta contiene anticuerpos que protegen el tracto digestivo de las infecciones.
Si su bebé todavía parece estar sediento después o entre las sesiones de alimentación o lactancia, usted puede agregarle una solución de rehidratación oral, como Pedialyte. Con frecuencia, el pediatra le recomendará líquidos adicionales que contengan electrolitos. Siga las instrucciones del médico. No use bebidas para deportistas con los bebés pequeños.

Bebé que se alimenta con biberones exclusivamente:
Se puede utilizar la misma fórmula infantil. Quizá, un poco más diluida el primer día. Se recomienda que los biberones sean de menor volumen, aunque tenga que tomar más veces. Entre las tomas, ofrecer agua o soluciones de rehidratación.
Bebé que ya toma otros alimentos además del pecho o el biberón:
(En general, mayores de 6 meses).
Calditos con carne y papa molida o licuada en la mañana en vez de los lácteos
jugos o compotas preparadas a base de frutas como guayaba, durazno, pera o manzana. Igualmente, purés de papa, papillas de arroz, zumo de zanahoria y plátano.

Es importante no abandonar la dieta antes de cumplir cinco u ocho días de haberla comenzado, ya que la diarrea podría aparecer nuevamente.

Hable inmediatamente con su pediatra si hay signos de deshidratación. Si el bebé desarrolla signos de deshidratación moderada o severa, debe ser visto por un médico en seguida.

Lo siguiente puede ayudar a prevenir la dermatitis del pañal:

*Secado al aire.
*Cambios frecuentes del pañal.
*Ungüentos y cremas protectoras, como Desitin.
*Enjuagar las nalgas con agua.
*Reduzca el frotado del bebé al limpiarlo durante la diarrea.

Llame al pediatra si:

*Un recién nacido (menor de 3 meses) tiene diarrea.
  
*La diarrea contiene sangre, moco o pus.
  
*La fiebre y la diarrea duran más de 3 días.
  
*El niño parece deshidratado.
  
*El niño tiene más de 8 deposiciones en 8 horas.
  
*La diarrea no desaparece en los bebés mayores o dura 2 días o más en los niños.
  
*Los vómitos continúan por más de 24 horas.
Texto extraido de:
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/001965.htm
http://www.abcdelbebe.com/node/780
  

COMO CUIDAR A TU BEBE CON RESFRIADO?


Para cuando su bebé haya cumplido los 2 años, lo más probable es que ya haya sufrido entre 8 y 10 resfriados. Los resfriados son causados por ciertos virus. Son sumamente contagiosos y se diseminan fácilmente en el aire y por el contacto directo con superficies contaminadas.

Por ejemplo, usted puede tocar las manos de otra persona que tiene un resfriado y luego tocarse su propia nariz o boca. Si el virus del resfriado ha estado en las manos de la otra persona, usted también puede resfriarse.

Desafortunadamente, los resfriados forman parte de nuestra vida. Los síntomas duran alrededor de una semana y son muy conocidos: mucosidad y congestión nasal, estornudos, dolor de garganta, tos y fiebre baja.

Esos síntomas pueden resultar más incómodos para un bebé que para un niño o adulto. El bebé no puede soplarse la nariz y le cuesta respirar por la boca. La congestión nasal dificulta la succión del bebé e interfiere con la alimentación.

Llame al profesional de la salud de su bebé si es menor de 3 meses de edad y:

*Tiene fiebre (más de 100.4 ºF) o síntomas de resfriado. Lo más probable es que el profesional de la salud quiera examinar al bebé para cerciorarse de que no está incubando una enfermedad más grave.

*Si rechaza varias tomas de leche.

*Si está más irritable que lo usual, o tiene mucho sueño.

*Llame también si su bebé más grande o hijo:

*Desarrolla una fiebre de más de 102 ºF

Tiene una tos que después de una semana no mejora o empeora. No le administre productos para la tos y la gripe de venta libre a los bebé o niños menores de 2 años de edad. De acuerdo con la Administración de los Alimentos y las Drogas, estos medicamentos pueden causar efectos secundarios serios y amenazantes.

*Tiene congestión nasal que perdura más de 10 a 14 días.

*Tiene dolor de garganta que empeora.

*Tiene dificultades al respirar.

*Se le manifiesta el dolor de oídos o dolor en la cara.

A pesar de que no existe una cura para el resfriado, usted puede hacer que su bebé esté más cómodo. Si tiene problemas de succión:

*Use una pera de goma para succionarle y destaparle la nariz antes de alimentarlo.

*El médico puede recomendar gotas nasales de solución salina (agua salada) en agua tibia para despejar la congestión.

*Dejar que el bebé duerma en posición casi sentado también puede ayudar a disminuir la congestión.

*Hay que darles liquido frecuentemente.

*Debe avitarse el encierro, exceso de abrigo, de calefaccion y de cambios bruscos de temperatura.



texto extraido de:http://www.nacersano.org/centro/9256_10069.asp