martes, 22 de marzo de 2011


"A los niños les enseñan a leer en el colegio… ¿por qué vamos a enseñarles en casa?", "Ya tendrán tiempo de aprender a leer cuando les enseñen con seis años". Son comentarios que oímos decir a la mayoría de la gente. 

Ciertamente, el aprendizaje de la lengua escrita suele darse en las escuelas a partir de los cuatro o cinco años en los mejores casos, concretándose las habilidades lectoras entre los seis y los siete años.  



¿Y por qué no antes…?

Los bebés aprenden a hablar, a andar, a correr, a relacionarse con el mundo a lo largo de los tres o cuatro primeros años de vida. Sus capacidades psicofísicas se lo permiten. De la misma manera pueden aprender a leer. 

Lo único que tenemos que comprobar es que nuestro hijo tenga la madurez evolutiva necesaria para poder incorporar este aprendizaje, en principio complejo.
En el aprendizaje de la lectura intervienen diferentes áreas situadas en los dos hemisferios cerebrales: la que ve los símbolos, la que los reconoce, la que les otorga significado, la que oye las palabras y la que las reconoce. Para que el niño pueda aprender a leer, todas estas áreas deben poder establecer conexiones entre sí mediante las ramificaciones nerviosas de las células cerebrales que las integran. Para que estas conexiones se realicen adecuadamente, estas células (neuronas) deben estar revestidas de una vaina de mielina que las aísle eléctricamente. 

El proceso de mielinización de las neuronas se da durante toda la infancia, pero alrededor de los dos años de edad las conexiones básicas ya están establecidas y las áreas anteriores interconectadas. 

Podemos entonces afirmar que a partir de esta edad, el desarrollo cerebral del niño le permite incorporar la información lectora recibida y otorgarle significado.
De hecho, si un niño de tan sólo 18 o 20 meses le señalamos una etiqueta de "Coca Cola" o una tapa de su yogur habitual nos dirá 'lo que pone' casi de inmediato: está reconociendo unos símbolos escritos en un contexto concreto. Ese es el primer paso para la lectura. Y los dos años son un buen momento para empezar.

Lo que el niño de esta edad necesita para poder asomarse al mundo de la lectura es disponer de las imágenes adecuadas, suficientemente grandes y atractivas (la letra de los cuentos y de los libros es demasiado pequeña) como para captar toda su atención. Las letras grandes, el color rojo para empezar y el entusiasmo comunicado por el padre o la madre, son ingredientes suficientes para motivar al niño en la adquisición de la lectura.
Los padres podemos reinterpretar y ofrecer el lenguaje escrito a nuestro hijo de manera que adaptemos la información necesaria. Para que aprenda a leer debemos tener siempre en cuenta:
  • Los intereses del niño: temas que le motiven.
  • Sus necesidades y capacidades madurativas: la información debe seguir unos criterios de tamaño y letra adecuados.
  • Sus características específicas para el aprendizaje: la repetición diaria de los grupos de palabras, sesiones cortas pero frecuentes, etc.
  • Una actitud de entusiasmo, buen humor y confianza en las capacidades del niño por parte de quien lleve adelante el programa de lectura.
El niño aprende a hablar aparentemente sin esfuerzo. Por el mero hecho de estar inmerso en un ambiente lingüístico concreto, logra interiorizar y utilizar correctamente no sólo las palabras sino también las estructuras lingüísticas, ésas que nos dieron tanto la lata en las clases de gramática.

¿Cómo logra un niño acceder a un aprendizaje tan complejo como el lenguaje de forma tan sencilla?

Básicamente por cuatro motivos:
  1. Porque se encuentra en una etapa especialmente sensible para la adquisición del habla.
  2. Porque la repetición constante de palabras que nuestro hijo oye a su alrededor, le permite pasar de los primeros sonidos (balbuceos) a las primeras palabras 'papá', 'nene', luego a las palabras con valor de frase 'pan' (quiero pan), pasando por los pares de palabras 'mama ven' (mama ven conmigo a jugar) hasta llegar a las frases simples, a las más complejas y al dominio más o menos competente de una o más lenguas habladas.
  3. Porque las respuestas de entusiasmo que recibe de las personas que le rodean cuando logra articular una palabra, le animan a construir sus primeros intentos de frases. Ejercen de estímulo positivo para continuar aprendiendo.
  4. Porque el uso del lenguaje se convierte pronto en una necesidad para comunicarse con las personas y consigo mismo.
Este método de aprendizaje de la lengua materna es el mismo que utilizaremos para enseñar a nuestro hijo a leer a partir de los 2 o 3 años. Está basado en la repetición de las palabras que forman el vocabulario básico y habitual de nuestro hijo, y del estímulo positivo y el uso de la lengua escrita para contar y aprender cosas. El niño recibirá, a través de unas cartulinas que confeccionaremos a las que llamaremos BITS DE LECTURA (unidades de información), una imagen global de la palabra como unidad coherente y significativa que podrá memorizar, reconocer y reutilizar en diferentes contextos a medida que avanza el programa.

Las ventajas de la lectura en edades tempranas son considerables:

  • Por un lado, la lectura es la puerta de entrada al mundo del conocimiento y de la imaginación.
  • En ningún caso estos niños son problemáticos sino todo lo contrario. El problema no es empezar a leer pronto sino tarde.
  • El niño con una gran competencia lectora se siente más seguro de sí mismo, más motivado para el aprendizaje y, por supuesto, más capaz para enfrentar el aprendizaje de la lengua escrita.
  • Tal vez la mayor ventaja de enseñar a leer a un hijo pequeño sea la intensa relación que se establece entre el padre o la madre y el niño al compartir una situación de aprendizaje que ampliará las posibilidades creativas e imaginativas del niño, así como mejorará en gran medida su autonomía personal (podrá adentrarse en el mundo de la fantasía escrita cada vez que lo desee).
Como madre con hijos que han leído a edades tempranas puedo decir que para ellos era extremadamente gratificante leer de forma autónoma, poder leer a sus hermanos o amigos las cosas que les interesaban y, en cuanto al concepto que de ellos mismos tenían, su seguridad en sí mismos y su valía para el aprendizaje escolar tuvieron mucho que ver con su gran competencia lectora. En ningún momento, para ellos, supuso un problema saber leer desde pequeños.



Metodo Glenn Doman pra enseñar a los niños mas pequeños a leer.
http://contenidos.educarex.es/mci/2003/33/
http://contenidos.educarex.es/mci/2004/09_02/programa/index1.htlm

 

Para leer con niños de 0 a 3 años

Convierta la lectura en una rutina diaria

Trate de leerle a su niño por lo menos unos 15 minutos diariamente. La hora de ir a la cama es un momento especialmente apropiado para leer juntos. Ustedes podrán leer en español o en inglés.

Sostenga a su hijo cuando lean

Siéntelo en su regazo y lean. Permítale agarrar el libro y que le ayude a pasar las páginas.

Lea con efectos divertidos en su voz

Use su rostro, su cuerpo y su voz para hacer divertida la lectura. Use distintas voces para los distintos personajes.

Sepa cuándo detenerse

Si el niño pierde interés o tiene dificultad para prestar atención, deje el libro a un lado por un rato. Unos cuantos minutos de lectura son suficientes. Si el niño no lo está disfrutando, no continúe leyendo. Con la práctica, su niño podrá sentarse y escuchar por más tiempo.

Hablen sobre las ilustraciones

Muéstrele las páginas y hablen sobre las ilustraciones del libro. Pídale al niño que mire las ilustraciones para que busque indicios de lo que se trata el cuento.

Muéstrele a su hijo las palabras

Al leer, recorra con su dedo debajo de las palabras. Muy pronto, el niño descubrirá que leemos las palabras y no las ilustraciones. Si leen un libro en español, déjele saber la palabra en inglés. Dígale, por ejemplo: "En inglés, perro se dice dog."

Para leer con preescolares

Mencione cuánto disfruta el leer juntos

Dígale cuánto disfruta leyendo con él o ella. Hablen de la "hora de leer cuentos" como la hora preferida del día.

 Rodee a su hijo de libros

Trate de mantener libros en su hogar para que su hijo lea. Los libros comprados en librerías pueden ser costosos, pero usted puede adquirir libros de segunda mano, en ventas de garajes, en anticuarios o en ventas con descuento sin tener que gastar mucho. Recuerde además, que sacar libros prestados de las bibliotecas, ¡no cuesta nada!

Permita que su hijo escoja

Permita que el niño elija sus propios libros. Permitirle a un niño leer lo que le interesa es una forma de hacer la lectura divertida.

Convierta la lectura en algo especial

Hagan algo que convierta los libros y la lectura en algo especial. Ayudéle al niño a obtener su propia tarjeta de la biblioteca, obséquiele libros y cuentos grabados y use los libros para premiarle por sus logros.

Muéstrele al niño las partes de un libro

Miren la cubierta. Comenten de qué se puede tratar el libro. Miren los números de las páginas. Mencione quién lo escribió y quien lo ilustró.

Muestre cómo se leen las palabras en una página

Indique que leemos las palabras en una página de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo. Explique que las palabras se separan por medio de espacios.

Hágale preguntas a su hijo

Haga comentarios sobre lo que ocurre en la historia e indique elementos en la página. Pregúntele al niño algo como: "¿Qué crees que ocurrirá después?" o "¿Qué es esto?"

Permita que el niño le haga preguntas

Si su hijo le hace una pregunta, deténgase y respóndale, incluso si eso implica interrumpir el cuento. Busque la manera de mencionar cómo se relaciona la historia con la vida de su hijo.

Lean lo mismo una y otra vez

A los niños les encanta escuchar sus cuentos preferidos una y otra vez. No lo dude y léale a su hijo el mismo libro, ¡por enésima vez! Esto es provechoso para su hijo.

Deje que su hijo le cuente el cuento

Muchos niños memorizan los cuentos que han oído varias veces. Cédale el turno para que "le lea" el libro a usted.

 Hable sobre la puntuación

Explique que la puntuación es una manera de mostrar cómo hablamos. Usted podría decirle por ejemplo: "Cuando hablamos, por lo general hacemos pausas al final de las oraciones. Al escribir lo hacemos usando un punto."

Use cuentos grabados

Si usted no habla inglés pero desea que su hijo escuche cuentos en inglés, puede obtener libros prestados de una biblioteca que tenga grabaciones. Su hijo podrá escuchar un cuento leído y al mismo tiempo leerlo en el libro. O podrá usar programas para computadoras como Solo Abuela y Yo (Just Grandma and Me) donde se resaltan las palabras en la pantalla al tiempo que una voz pronuncia las palabras. Los niños pueden escuchar el cuento y jugar en inglés, francés, alemán o español.

Para leer con niños en escuela primaria

Anime a su hijo a leer otro libro

Encuentre la manera de animar a su hijo a leer. Si le gusta un libro, busque otro con un tema similar o del mismo autor. Pídale a una bibliotecaria o a una maestra que le sugieran libros.

Túrnense para leer

Cuando su hijo sepa leer, pídale que le lea en voz alta todos los días. Ustedes podrán turnarse: usted lee una página y el niño la siguiente.

Haga conexiones con la vida de su hijo

Ayúdele al niño a conectar lo que lee en los libros con lo que ocurre en la vida. Si leen un libro sobre la familia, mencione por ejemplo en qué se parece o se diferencia lo que ocurre en el cuento a lo que ocurre en su familia.

Incentive al niño a leer

Anime a su niño a leer a la hora de acostarse. Ofrézcale escoger entre leer o dormir. La mayoría de los niños elige leer, siempre y cuando no se les ofrezca algo más tentador (como la televisión).

Trate distintos tipos de libros y revistas

Anime a su niño a leer distintos tipos de libros, artículos o cuentos. Algunos niños, especialmente los varones, prefieren los libros que no son de ficción. A otros les gustan más las revistas.

Encienda el circuito cerrado en el televisor

Cuando vea un programa de televisión con su hijo, trate de hacer uso de la opción de circuito cerrado. Esto muestra en la pantalla del televisor las palabras que dicen los personajes. Algunos consideran que esta es una buena manera de aprender inglés.

Texto extraido de: http://www.solohijos.com/html/articulo.php?idart=83

http://www.colorincolorado.org/familias/hogar/divertidas#tres

viernes, 11 de marzo de 2011

Ejercicios de estimulación temprana

Ejercicios de estimulación temprana, desde el primer día

Mantén tu bebé en forma desde que nace. Los ejercicios físicos para bebés sirven para ejercitar ese pequeño cuerpo que tiene que aprender a gatear y brincar. Cuanto antes nos animemos a hacer con él ejercicios de estimulación temprana, más pronto empezarán a caminar y más seguros serán sus movimientos.

Ejercicios de estimulación temprana para bebés de 0 a 3 meses

Se trata de ejercicios que intentar despertar sus sentidos: colores, olores, formas, etc. Por eso, vamos a hacer estas actividades físicas con él:

• Agita el sonajero cerca del bebé pero moviéndolo de un lado a otro de la cabeza.

• Con el bebé en tu regazo, juega con él a saltar, balancearlo, columpiarlo. Esto le facilitará el gateo.

• Sentado o acostado sobre cojines, pon juguetes adaptados a su edad para que experimente con ellos.

Ejercicios de estimulación temprana para bebés de 4 a 6/9 meses

• A partir del tercer mes, podemos hacer movilizaciones de las manos. Juega con sus deditos, sepáraselos y acaríciaselos.

• Ejercicios de incorporación: Acostado boca arriba, sujétale los pies con una mano y con la otra cógele las manos. Empieza a levantarlo. Notarás como él hace fuerza para arriba. Un poco antes de llegar a estar en vertical, ayúdale con un tirón. Notarás como vuelve a hacer fuerza para incorporarse de pie.


• Levantando tu bebé hacia arriba cogido en el espacio comprendido entre las axilas y la cintura, trabajará la musculatura lumbar y del cuello. Intenta mantenerlo en postura horizontal mientras te observa. Le estás preparando para el gateo.

• También hay gimnasios de ejercicios muy atractivos pues además de poner en forma su cuerpo, estimulan la percepción visual y auditiva.

Ejercicios de bebés de 9 a 12 meses

• Llegan los primeros intentos de caminar. Ayúdalo a dar pasos hacia adelante.

• Estimúlale jugando: Si le animas y haces que se divierta, el niño evolucionará más rápido en sus primeros pasos. Puedes ponerle música mientras da los pasos, hacerle saltar sobre un cojín o jugar con él mientras aprende a andar.

• Pero también hay que ejercitar las manos: Dale objetos blandos para que los toque y los lance desde la silla o la trona y, en cuanto sepa coger un lápiz, déjale que garabatee hasta que se canse.

Recuerda que cada bebé lleva su propia evolución. Puedes adaptar estos ejercicios al desarrollo de tu bebé.

Tu bebé puede estar mejor estimulado, en la medida que enriquezcas su ambiente y las oportunidades que le brindes para su aprendizaje. Pero debes tener cuidado de no sobre estimular, él te dejará saber que ya es suficiente cuando pierda el interés en lo que estáis haciendo.

ÁREA: PSICOMOTRICIDAD GRUESA

• Acaricia la espalda de tu bebé (de arriba hacia abajo), haciendo presión sobre sus nalgas, para motivarlo a levantar la cabeza.

• Muéstrale un juguete, procurando que trate de alcanzarlo, puedes ayudarlo poniéndole un apoyo en los pies para que pueda impulsarse.

• Preséntale un objeto sonoro hacia arriba, abajo y a ambos lados, para que gire la cabeza en dirección del sonido.

• Coloca móviles o juguetes de su agrado, para que trate de agarrarlos, al principio lo puedes ayudar levantando su cabeza.

• Extiende y luego flexiona sus piernas, realizando una pequeña presión sobre su estómago.

• Crúzale la pierna izquierda sobre la derecha y viceversa.

• Colócalo en distintas posiciones: boca abajo, boca arriba, de costado y sentado. Balancéalo suavemente.

ÁREA: MOTRICIDAD FINA

• Extiende suavemente sus dedos para ayudarlo a abrir y cerrar sus manos.

• Coloca tu dedo índice en su mano, motivándolo para que la cierre.

• Juega a las escondidas, colocando una prenda de tela ligera sobre su cara y luego enséñale a cogerla.

• Tócale el dorso de la mano para estimular a que la abra y luego las palmas de la mano para que las cierre.

ÁREA: COGNICIÓN

• Trata que fije su vista, por medio de objetos llamativos (de preferencia sin sonido) y que siga con la vista el objeto.

• Utiliza diferentes objetos sonoros, haciéndolos sonar en diferentes ubicaciones: arriba, abajo, a un lado, al otro (a una distancia de 20 cm. aproximadamente) y que así trate de identificar su procedencia.

• Pasa texturas suaves por su cara, manos y piernas.

• Dale de comer mientras le hablas o le cantas.

ÁREA: AFECTIVO – SOCIAL

• Acostúmbralo a la rutina de la familia (ruidos, actividades, etc.) desde que llega a casa.

• Procura que tenga contacto con personas cercanas a la familia.

• Entabla pequeñas charlas, motivándolo a utilizar el lenguaje, salúdalo y despídete de él.

En esta edad, el sistema vestibular es muy sensible, un movimiento lento y rítmico actúa como un sedante mientras que un movimiento brusco provocará el reflejo de susto. Los ejercicios se deben adaptar a las necesidades del niño, si una actividad le produce miedo, la debes modificar. Siempre es recomendable realizar un masaje antes de comenzar los ejercicios.

Debes recordar, no forzar a tu bebé para realizar los ejercicios.

El desarrollo de los niños es muy diferente, por lo que si te surge una duda, es mejor consultar con un profesional cualificado.

Consejos para dar un buen masaje al bebe o al niño

Para aplicar el masaje en el bebe no es necesario que se haga un curso técnico. El instinto de madre te indicara como masajear a tu bebe. Se puede empezar a dar masajes al bebe desde el primer mes de vida y prolongarle hasta cuando se desee.

El masaje consiste en orientarse simplemente por una dirección y una secuencia de movimientos según la edad que tenga. Y para que sea efectivo hay que ponerle dos ingredientes básicos: la ternura y la delicadeza. Al proporcionar placer a tu hijo, estarás beneficiando a la relación entre los dos; es una forma de comunicarte directamente con él.

Masaje del bebe
Es conveniente hacer un masaje a diario, siempre antes o después del baño y en un ambiente calientito y cerrado; si es verano puedes efectuarlo al aire libre siempre que te asegures que el bebe no coje frio. Puede haber una música suave de fondo para facilitar la interacción.

Como masajear al bebe

 Lo primero siéntate en el suelo con las piernas estiradas, la espalda recta y los hombros relajados. Cubre tus piernas con la toalla o el impermeable que normalmente usas para tu bebe. Coge al bebe desnudito y lo acuestas sobre la toalla en posición en que los dos se puedan mirar. Unta tus manos con aceite natural o con la crema que sueles utilizar para hidratar al bebe y dedicarle un minutito de tu mirada hacia a él. Luego empieza el masaje. Si lo deseas, puedes seguir nuestra orientación:

1- Concéntrate en hacer movimientos con firmeza, siempre de dentro para fuera y del centro para las extremidades o de abajo para arriba. Del lado izquierdo al derecho, a un ritmo lento y constante, moderando la presión de los dedos según la zona.

2- Empieza por el pecho. Desliza tus manos del centro para los lados. Primero el izquierdo y después el derecho.

3- Des pues del pecho, masajea sus brazos, girando al bebe de lado, sujetándolo por el hombro y haciendo movimientos (con la otra mano) del hombro hacia el pulso, manteniendo siempre un ritmo constante.

4- Masajea las manos, estirando suavemente cada dedito. Y lo mismo con sus pies y los deditos.

5- Sitúa una de tus manos en la altura del estomago del bebe y deslízala bajando en dirección a la tripita como si estuvieras vaciándola. Alterna los movimientos con una y con otra mano. Si tú bebe tiene problemas de gases, ese masaje le ayudara a eliminarlos.

6- Si tu bebe no es tan pequeño, puedes darle la vuelta a su cuerpo y darle un masaje en la espalda, siempre de parte central a las laterales. El te lo agradecerá con balbuceos y grititos.

Importante: El masaje debe ser evitado cuando el bebe este con fiebre, gripe o con alguna infección. Y si el niño comienza a llorar cuando le estés dando el masaje, interprétalo como un NO y abandona el ejercicio.

Masajes para tu bebé

Los masajes son una forma maravillosa de expresarle amor a tu bebé y al mismo tiempo, de satisfacer las necesidades que tiene tu bebé de ser tocado y establecer un contacto piel a piel con sus padres. Pero no son sólo emocionales los beneficios de este arte milenario: también puedes usar el masaje para aliviar molestias y estimular el desarrollo muscular de tu pequeño.

Beneficios del masaje

El masaje brinda a tu bebé muchos beneficios tanto físicos como emocionales: No le des masajes a tu bebé si ha sido vacunado ya que el área de la inyección puede dolerle

• Establece un tipo de contacto con el bebé que le recuerda su vida en el útero materno que lo hace sentirse relajado y placentero.



• Le ayudará a confiar en ti y fortalecer el vínculo afectivo.

• Lo calmará cuando este inquieto: reduce

• la circulación del cortisol (la hormona del estrés) en el torrente sanguíneo.

• Aumentará la sensación de bienestar, estimulando las endorfinas, que mejoran el estado de ánimo de tu bebé.

• Le aliviará molestias estomacales como gases y constipación: las caricias sobre el vientre lo ayudan a dispersar el aire atrapado.

• Relajará los músculos de sus brazos y piernas y le ayudará a adquirir más movilidad.

• Le mejorará el estado general de la piel, ya que consigue activar las glándulas sebáceas, que vuelven la piel más estilizada y lisa.

• Ayuda al bebé a tener mayor conciencia de su cuerpo, a sentirlo y tomar más confianza con él.

• Es un medio poderoso para los bebés prematuros o con problemas porque les ayuda con su recuperación.

Crear un ambiente agradable Para darle un buen masaje a tu bebé necesitarás crear un ambiente agradable:

• Una toalla suave donde acostarlo te permitirá también envolverlo en ella al finalizar para que no tome frió y evitara que se resbale.

• Si le realizas el masaje totalmente desnudo, necesitaras otra toalla a la altura de la cintura por si se moja, es normal que el bebé vacíe su vejiga durante el masaje.

• Puedes ponerlo sobre el cambiador o en el suelo, poniendo algo como una toalla o almohada que le sirva de colchón. También puedes sentarse con la pared contra la espalda y ponerlo sobre tus piernas cruzadas.

• Debes elegir un lugar tranquilo y aislado, donde nadie los interrumpa.

• Puedes poner música tranquila, los ayudará a relajarse.

• La temperatura de la habitación debe ser cálida. Recuerda que los bebés necesitan un poco más de calor que los adultos.

• Calienta tus manos antes de tocarlo. Puedes frotarlas con un poco de aceite para masajes.

• Relájate, es importante que los dos disfruten de ese momento.

Estos son algunos de los mejores momentos para darle un buen masaje:

• Entre comidas. Ni enseguida después de comer, ni cuando el bebé tiene hambre.

• Después de un baño. Puedes darle un masaje antes de irse a dormir: Se relajará de manera natural y lo recibirá con placer.

• Cualquier momento tranquilo y de

• juego con tu bebé.

• No le des masajes a tu bebé si ha sido vacunado ya que el área de la inyección puede dolerle.

Los aceites naturales Puedes utilizar un aceite especial para niños. El sistema olfativo de tu bebé es muy sensible, por eso, es importante utilizar aceites para bebés, inodoros y puros. Son muy útiles los aceites de frutas o vegetales naturales prensados en frío.

• Para hidratar la piel utiliza aceite de almendras.

• Para relajar: aceite de manzanilla.

• Para calmarlo: aceite de lavanda.

• Para el catarro: aceite de eucaliptos.

• Para los trastornos digestivos: aceite de menta.

• Para estimularlo: aceite de romero.

• Para los cólicos: mezcla 1 gota de manzanilla en 15 ml de aceite base.

• Para las afecciones de la piel: aceite de rosa.

Advertencia importante: Debes tener mucho cuidado y comprobar antes del masaje que el aceite que usarás no le traerá ninguna reacción alérgica a tu bebé. Para eso, vierte una gotita del aceite en el tobillo o en la muñeca del bebé y espera de media hora a un día. Si no se ha producido ninguna reacción, puedes utilizar el aceite para masajes. Ante cualquier duda, consulta con el pediatra.

MANOS A LA OBRA

• Para comenzar, asegúrate tener las manos limpias.

• Nunca viertas el aceite directamente sobre la piel del bebé. Primero debes ponerlo en tus manos y frotarlas.

• Sácate el reloj, anillos, brazaletes: pueden lastimar a tu bebé.

• Cuidado si tienes las uñas demasiado largas.

• Inicia el masaje de

• arriba hacia abajo.

• Acaricia el rostro del bebé con tus pulgares con movimientos circulares. Luego comienza a bajar por los lados de la cara.

• Dale un masaje en la frente, pasando por encima de las cejas, luego baja por las mejillas hacia las orejas.


• Luego ve por zonas: los hombros, los brazos, con movimientos circulares, los brazos, primero en uno y después el otro.

• Acaricia sus brazos de punta a punta y estírale los deditos suavemente. Luego, con tu pulgar y tu índice aprieta suavemente todo el brazo.

• Continua por el tórax con ambas manos, siempre con movimientos circulares desde el centro hacia afuera, hasta llegar a la pancita.

• Luego de arriba hacia abajo poniendo una mano después de la otra. Masajéale la panza en el sentido que van las agujas del reloj.

• Con las piernas, haz lo mismo que con los brazos. Empieza en el muslo y termina en los dedos del pie, presionando suavemente con tu pulgar toda la planta del pie.

• Muy suavemente, dale la vuelta y masajéalo suavemente de arriba hacia abajo con movimientos circulares.

• Haz los últimos movimientos más suaves, como anticipando que esta terminando la sesión.

Y lo más importante: mientras le das el masaje, háblale, canta y sonríele. Es importante que sienta todo lo que lo quieres y lo feliz que te hace disfrutar de un momento así junto él.

http://guiafitness.com/ejercicios-bebes.html
http://mami-logopeda.blogspot.com/2007/11/estimulacin-para-bebs-de-0-1-ao.html
http://www.guiainfantil.com/servicios/Masajes/aplicacion.htm
http://www.univision.com/content/content.jhtml?chid=10&schid=8141&secid=24831&cid=271575&pagenum=3